OPINIÓN
Ya avisó en Valladolid con el once que dispuso, pero nadie se esperaba la convocatoria que Baraja dio ante el Almería. Cinco jugadores habituales en sus onces anteriores como Rat, Ebert, Miku, Trashorras y Zé se quedaban literalmente fuera de la lista. Una decisión sorprendente, que dio resultado en el partido que se disputó en Vallecas.
Baraja no se casa con nadie
El técnico lo justificó tras el partido por el rendimiento de los futbolistas: “Desde que llegué aquí ni conozco a nadie ni tengo hipotecas con ningún jugador. Solo me caso con el rendimiento y los chicos que quieren trabajar. Unos días han venido unos y otros días otros. Al final es decisión deportiva. No hay más. Si analizamos los números de algunos que no han venido han jugado lo suyo. Esto es decisión deportiva, por rendimiento. La dinámica no era buena y buscábamos otras variantes”.
Ya sea por el estado de forma, por la actitud de algunos jugadores (el más claro Ebert) o por las ganas sobre el césped; el técnico pucelano apostó por los jugadores menos habituales y la jugada le salió ‘redonda’. Quizá el encuentro no fue lo más espectacular en cuanto a juego, pero el equipo logró lo más importante: tres puntos ante un rival directo.
Veremos cómo evoluciona todo esto. Es verdad que el tema Zozulya (una afición volcada) y las decisiones de Baraja (pedidas por una parte de la afición), quieran o no, ayudó para unir de nuevo a la afición y al equipo; algo que llevaba varias semanas sin ocurrir. Puede ser el comienzo de algo, aunque solo los resultados lo confirmarán.
Veremos si la decisión de dejar fuera a cinco ‘pesos pesados’ no trae consecuencias. Ni de arriba ni de abajo. Como dijo Baraja son “decisiones deportivas” que deben aceptar los jugadores. Como muchos futbolistas que llevan meses sin jugar. Esperemos que esto no desencadene otro ‘caso Sandoval’. Y más, tras la decisión de no dejar entrar en la charla previa a los jugadores no convocados. Es necesario una buena gestión de vestuario tanto por cuerpo técnico como por los futbolistas. El Rayo lo necesita.