“El músculo pudo con el cerebro”
El Rayo Vallecano B perdió 0-2 ante la RSD Alcalá en el partido correspondiente a la trigesimo cuarta jornada de Liga en el grupo siete de Tercera División. El Rayo B rompe su racha de seis partidos sin perder y se complica su posición en la tabla, quedando a un punto de los puestos de descenso a Preferente.
Cinco minutos fueron suficientes
El Rayo Vallecano B jugaba su tercer partido de la semana en lo que se antojaba como un partido clave para certificar la permanencia. Un partido que estuvo marcado por la intensidad que desplegaron sobre el terreno de juego el Alcalá, un equipo que se sitúa cuarto y luchará por entrar en los puestos de play-off de ascenso a Segunda B.
Los primeros minutos del partido denotaban la diferencia de objetivos a la que aspiraban uno y otro equipo. Los locales, tensos, sin poder desplegar ese fútbol que ha maravillado en otras ocasiones a la grada franjirroja; y los visitantes, duros, jugando a ese ‘otro fútbol’ que tantos partidos se ven en esta categoría. El partido era muy ajustado y disputado.
Con pocas ocasiones en los primeros minutos, el Alcalá tuvo su primer disparo con peligro en el minuto 17. Poco a poco se engrasaban, buscando el gol que le permitiera seguir con esa racha de 14 partidos sin perder. Rival duro, que tuvo cinco minutos de brillantez y que le bastaron para llevarse los tres puntos.
Sucedió cuando el partido olía a descanso. Corría el minuto 40 cuando Juanito aprovechó un error en la salida del balón rayista para batir por raso a Chino. Jarro de agua fría para un Rayo B que estaba plantando cara a uno de los equipos más en forma de la categoría. Hasta tal punto llegó la sangre al río que tan solo cuatro minutos después fue Seubert el que ponía el 0-2 en el marcador tras una jugada desafortunada en el área rayista y tras una serie de rechaces sentenciaba el partido.
Dormir el partido
La premisa del Alcalá tras el descanso era muy clara: había que dormir el partido. No podían dejar que el buen hacer y el buen fútbol franjirrojo les pasasen por encima. Y así fue. Mucha intensidad en el juego y en la disputa, con gran cantidad de faltas para romper el ritmo de los de Juanvi Peinado que hicieron que el encuentro entrase en una fase tensa en la que el músculo primaba sobre el cerebro. Las tarjetas amarillas brotaban por doquier y el Rayo no supo como doblegar a un conjunto serio que apenas tiró a puerta en la segunda mitad.
Raúl dejaba su hueco en el 11 a Rivero, para tratar de dar más profundidad al equipo, toda vez que Jony se echaba el equipo al hombro y trataba de romper entre líneas la telaraña del conjunto complutense. Kike entraría por Amores en el 52′ para dar más movimiento entre líneas y ayudar a Jony, ambos fueron los que trataban de tejer las ocasiones rayistas junto a un siempre combativo Juancho.
El partido agonizaba mientras que el Alcalá estaba más pendiente de no dejar jugar al Rayo y de dormir el partido que de otra cosa. Las interrupciones eran constantes para la desesperación tanto de Juanvi como de la grada franjirroja.
Pese a que el filial contó con alguna ocasión de gol, no se pudo evitar la derrota 0-2 y tocará sufrir en los cuatro partidos que restan para finalizar la competición. El próximo choque será ante un rival directo, el Pozuelo, en un partido que puede ser vital para el desenlace de la zona baja de la tabla.