OPINIÓN
Las 5 de la tarde y me preparo el café de después de la teórica siesta que no existe. Y pienso qué (coño) escribo tras la derrota de ayer del Rayo Vallecano en Cádiz. Demasiadas cosas y pocas buenas. Y pocas ganas ¿Hay algo a lo que se puedan agarrar los rayistas? ¿Alguna alegría?
Hermanamiento en Cádiz
Lo primero que me sale es hablar del hermanamiento que se vivió. Un desplazamiento marcado en rojo en el calendario de la hinchada franjirroja que no defraudó. Rayistas y cadistas dieron un ejemplo y disfrutaron, más allá de los 90 minutos, sino las casi 48 horas que vivieron juntos en tierra gaditanas. Hoy me he acordado mucho de ellos. Sobre todo de esos rayistas que al día siguiente tenían que trabajar y apenas han dormido. Como mi compañero Alejandro Castellón, que se pegó una buena ‘matada’ para informar del partido y hoy está tan KO que no ha podido ni escribir su habitual artículo de opinión. Yo tampoco podría.
Lo segundo en lo que pienso es en el partido. Sin duda el peor encuentro con Michel en el banquillo. Quizá la definición es ‘desilusión temporal’ (La ilusión con Michel es difícil que desaparezca). Pero al menos la afición vio un buen tiempo ante el Getafe, un decente partido ante el Reus; pero ayer en Cádiz parece que el equipo dio una paso atrás. Es cierto que era un rival potente, pero el equipo no termina de crecer. Recordó a los típicos malos partidos con Paco, donde con la posesión no se creaba peligro. Esperamos que contra el Oviedo haya una evolución. La reacción tendría que ser inminente.
Situación crítica
Lo tercero sobre lo que podría hablar es la situación crítica por la que se atraviesa. Cuatro puntos es la distancia para la salvación. El equipo se ha metido ya en el abismo y la dinámica negativa no anima a una posible reacción. Psicológicamente el equipo está mal. Los golpes son fuertes. La temporada ha sido dura para todos y solo la esperanza en un milagro llamado ‘Míchel’ hace creer a los más optimistas. Pero la realidad es cruda. La realidad es que hay pocos motivos. Los únicos: las matemáticas. Hay margen y el dicho de ‘darle la vuelta a la tortilla’ aún es aplicable.
Para acabar toca una reflexión final. Lo que se ve en el césped es reflejo de lo que ocurre en el club. Un club serio habría apagado miles de incendios que han ocurrido en Vallecas durante estos meses. O mejor, no se habría ‘autoincendiado’ en muchas ocasiones. Pero durante años hubo un bombero llamado Paco que los evitó con su carácter, su foco y sus resultados deportivos. A un equipo que no acaba de arrancar se junta una ‘guerra’ abierta entre afición y directiva. Y seamos serios. No ayuda para la permanencia. Pero que nunca será culpable de un posible descenso.
Mejor terminamos hablando de la cantera y de los equipos femeninos. Victoria merecida del Rayo B que le permite salir del descenso y triunfo del Femenino que está realizando una temporada más que sobresaliente. ¿Parecen alegrías no? Pues a mí me viene a la cabeza que pasarán con ellas si el primer equipo desciende a Segunda B… ¿Alegrías? Pocas, por no decir ninguna.