“Un punto en Soria a pesar de la falta de gol”
El Rayo Vallecano empató 0-0 ante el Numancia en su visita a Los Pajaritos en la trigésimo primera jornada de la Liga 1│2│3. El conjunto de Míchel sale del descenso, a falta de lo que haga el Mallorca, y suma dos partidos consecutivos sin perder ni recibir goles.
Rayito juegas en casa
La afición volvió a ser la protagonista en los prolegómenos del partido, en un desplazamiento con más de 600 hinchas del Rayo Vallecano en lo que se ha convertido, hasta el momento, en el mayor desplazamiento de la afición franjirroja en lo que va de temporada, una hinchada que puso colorido a un frío y gris día soriano.
Otro de los hechos destacados en los minutos previos fue la pancarta que portaron los futbolistas del Rayo Vallecano en nombre del futbolista del Cadete A Miguel Carrasco, canterano rayista de 15 años recientemente fallecido. Asimismo, los jugadores portaron el pertinente brazalete negro y se guardó el respetuoso minuto de silencio.
Con ello, Míchel arrancaba con el mismo 11 que venció el pasado domingo al Oviedo y con la afición cantando el ‘Rayito juegas en casa’. En frente, un sólido Numancia dirigido por Jagoba Arrasata y comandado sobre el césped por Julio Álvarez con el 10 en la espalda y con libertad de movimientos. Un Rayo que desde el primer momento quería la pelota. Este equipo respira otro fútbol, tiene otro carácter, está enchufado, mima la pelota y los jugadores han ganado en confianza. Trashorras ejerce de jefe de orquesta, secundado por un incombustible Fran Beltrán, que llega allí donde el ‘capi’ no puede. Por las bandas, la velocidad de Ebert y Lass ponían la guinda al pastel que quiere cocinar Michel. Así, a fuego lento, el cuadro franjirrojo fue haciéndose con el control del partido, con un aplomo digno de un equipo grande.
Pese al control y dominio sobre el césped de los franjirrojos, esta superioridad no acababa de plasmarse con ocasiones de gol. El Rayo llegaba bien a zona de tres cuartos, con solvencia, pero le faltaba acertar con el último pase, especialmente Lass, muy activo pero que fue claramente de más a menos. Eso sí, el colegiado anuló un gol de Álex Moreno en el minuto 40, precisamente tras un centro del guineano. Por su parte, Gazzaniga se convirtió en un espectador de lujo, sin apenas intervenir en el partido, lo que denotaba que el pastel se estaba cocinando en el área rival. Eso sí, hay que destacar el trabajo de Amaya, que ejerció de ‘Teniente’ de la zaga rayista y también colaboró en la labor.
Así se llegó al descanso, sin goles y con un Rayo Vallecano seguro, dominador, pero sin gran presencia sobre la portería defendida por Aitor Fernández. Tocaba consumar la cocción del pastel en la segunda parte.
La ausencia de gol
Los segundos 45 minutos comenzaron con la misma tónica que se vio en la primera mitad, y con una ocasión de Javi Guerra nada más comenzar; un remate forzado tras centro por la izquierda de Álex Moreno que se marchaba por encima del travesaño. El Rayo quería el gol, ese que tanto le está costando conseguir al equipo de Míchel, pero parece que esa es la asignatura pendiente del cuadro franjirrojo.
Apenas habían transcurrido tres minuto tras la reanudación, cuando Fran Beltrán daba el susto al salir cojeando del terreno de juego. Saltó la alarma pero no fue a mayores, eso sí, quién sí tuvo que abandonar el césped fue el alemán Ebert, que se retiró dejando su sitio a Diego Aguirre.
El Numancia se desperezaba y comenzaba a achuchar la meta rayista, en busca del gol que se le escapa desde hace más de cinco partidos. Una sequía evidenciada por el fútbol directo y estático que promulgan. El crono avanzaba rápido y el Rayo conseguía sacudirse los momentos de presión rival, con su mejor medicina: toque, toque y toque. Pero sin llegar a hacer daño, sin profundidad ni ocasiones de gol.
Mediaba la segunda mitad cuando Quini entraba al campo en sustitución de Lass. El guineano sigue con mucha intención en los partidos pero muy lejos de ese Lass desequilibrante que todos esperamos. Entretanto, Diego Aguirre protagonizó una clara ocasión al disparar escorado, un ‘centrochut’ que despejó el guardameta local a córner.
El reloj avanzaba con ansia y el gol no llegaba, pero al mismo tiempo, la gasolina comenzaba a entrar en la reserva franjirroja, con un Numancia que gozó de las mejores ocasiones del partido cuando restaban 15 minutos para el final del mismo. Sendos disparos desde fuera del área de Marc Mateu y Nacho ponían en apuros a un Gazzaniga que ahora sí, tuvo que dejarse ver en el partido para salvar a su equipo. En ese momento, la hinchada franjirroja entonaba el ‘A lar armas’, para tratar de alentar a los suyos que en ese momento se estaban viendo superados.
El partido agonizaba y el marcado seguía estático, a medida que la ansiedad aparecía en los rostros rayistas y el depósito de la gasolina se quedaba vacío. Ante ello, solo quedaba guardar el punto que se había conseguido, mientras Pablo Clavería entraba en la recta final en sustitución de Fran Beltrán para ganar algunos segundos al crono.
Un punto que no sirve de mucho pero que al menos sabe para sumar y salir de los puestos de descenso momentáneamente. Eso sí, el próximo partido del Rayo Vallecano será otra vez fuera de Vallecas, en esta ocasión ante el Girona, segundo clasificado y uno de los mejores equipos como local de la Liga.