OPINIÓN
Te veo, te escucho, te leo, te siento. Aficionado, tú que das todo por la franja, que semana tras semana estás ahí a pesar de las dificultades, sin importarte dónde o contra quien juegue el Rayo Vallecano. Te enfundas la bufanda dispuesto a animar, ¡con la que está cayendo! Pero te da igual, porque lo tuyo es más que fútbol, es más que deporte, es un sentimiento.
Hundidos mentalmente
Pero claro, entiendo que la paciencia tiene un límite, y tú, aficionado del Rayo, has dicho basta. Basta de que se te tome el pelo, basta de que te ninguneen, basta de soportar penurias y persecuciones. ¿Has visto cómo han reaccionado en Mallorca contra tu equipo, contra tu Rayo? Sé que no estás dispuesto a tolerar que se manche el nombre de tu club y de tu barrio, y que vas a darlo todo por cambiar esta situación.
Y cómo se van a ganar partidos. Si los futbolistas palpan toda esa podredumbre que salpica cada rincón del Club. Si se está más pendiente de la pésima gestión de un presidente que está llevando al Club al caos institucional. Si las cosas que se piden se estrellan contra un muro de hormigón, haciendo caso omiso a cualquier inquietud. Si no sientes el apoyo ni de Directiva ni de plantilla. Si llegan ofertas jugosas por futbolistas que apenas cuentan en lo deportivo y son desestimadas, fomentando el mal ambiente en el clima del vestuario. Si hay futbolistas que están en la plantilla pero que han confesado que no quieren estar. Si no nos arreglan un estadio que da pena. Pena. Si, … Si jugamos en Mallorca y tiramos por la borda 45 minutos. Si hasta el propio entrenador, Rubén Baraja, ha manifestado que el equipo se ha caído mentalmente. Y así estamos todos en esta familia franjirroja, hundidos mentalmente.
Este Rayo Vallecano es un cúmulo de despropósitos. Anoche, tras el partido de Mallorca, me preguntaba si no sería tan malo descender a Segunda B y sanear el Club, limpiar toda la suciedad que rodea esta institución y volver a nacer con energía, pasión y nobleza. Esa nobleza que no veo, esa nobleza que ha perdido el Norte en este Rayo Vallecano. Mira que duele, dueles mucho Rayo Vallecano. Y mira que no quiero volver a verte en el pozo de Segunda B. Pero ya me haces dudar sobre qué es lo mejor.