Hoy ha sido un día duro, hoy 27 de enero de 2015 ha fallecido a los 48 años de edad Wilfred Agbonavbare, nuestro Willy. Es difícil escribir estas líneas, es difícil saber para todos los rayistas que nuestro ídolo se ha marchado tan pronto y de esta forma tan cruel y tan fría que es el cáncer.
Paseando por el barrio, en los parques, en muchos bares, en las escuelas de fútbol de Vallecas hoy sólo se hablaba de ti, de tus vuelos, de tu sonrisa, de tu carácter y disciplina, de tu entrega y tu lucha, de tus lágrimas en ascensos y derrotas.
En el bus 10 observaba como un padre llevaba a su hijo de unos 8 años a entrenar, su padre está en paro y siempre le acompaña a los entrenamientos, siempre van comentando el partido del “Rayito”, o de alguna jugada polémica de otros ídolos lejos de Vallecas. Esta vez había silencio, el pequeño no paraba de mirar a su padre y le preguntó: Papá, ¿quién fue Wilfred?, ¿por qué se ha ido?. El padre acarició la cabeza al chico y le empezó a explicar que la primera vez que le llevó el abuelo al Estadio de Vallecas fue en la temporada 1990-1991, ese mismo año Wilfred llegó también al Rayo, y fue su primer y único ídolo por encima de todas las estrellas que ahora se conocen.[dropshadowbox align=”left” effect=”raised” width=”250px” height=”50px” background_color=”#d2eae6″ border_width=”1″ border_color=”#dddddd” ]Paseando por el barrio hoy solo se hablaba de ti[/dropshadowbox]
El padre comenzó a relatarle paradas, vuelos, incluso cuando él mismo fue a pedirle su primer autógrafo, Willy se acercó a él con una sonrisa y le dijo que quería ser como él, quería volar como volaba él frente a la red, quería ser admirado como él, pero sobre todo ese hombre quería ser una persona como él. Le dijo al chico que aún guardaba su autógrafo en el guante izquierdo que le regaló en el ascenso a Primera División quedando segundos en la temporada 94-95. El niño ilusionado bajándose del autobús le pidió que por favor se lo enseñase cuando llegaran a casa. Ahora muchos padres les cuentan a sus hijos quien fue Wilfred y porque tal día como hoy sienten que una pequeña parte de su infancia se ha marchado. [dropshadowbox align=”left” effect=”raised” width=”250px” height=”70px” background_color=”#d2eae6″ border_width=”1″ border_color=”#dddddd” ]Recordar a Willy es recordar entrar en el Estadio de VAllecas de la mano de mi padre[/dropshadowbox]
En ese momento me he dado cuenta que para mí también recordar a Willy es recordar entrar en el Estadio de Vallecas de la mano de mi padre un domingo a las 12 de la mañana, el olor a sardinas arenques, tortilla de patatas, al queso del pueblo y la bota de vino que siempre llenaba mi padre la noche anterior.
En las calles de Vallecas, los niños y niñas rayistas, esos que no abandonaron a nuestro equipo en Segunda División B, y ahora disfrutamos de nuestro equipo en Primera, querían ser Cota, Visnjic, Guillerme, Onésimo incluso querían ser aclamados como bota de oro como el mítico Alcazar…otros, los más valientes y soñadores querían ser como Willy, y jugaban en una esquina de la Plaza Roja intentando igualar sus paradas imposibles. [dropshadowbox align=”left” effect=”raised” width=”250px” height=”70px” background_color=”#d2eae6″ border_width=”1″ border_color=”#dddddd” ]Vallecas solo idolatra la gente que reencarna los valores del rayismo[/dropshadowbox]
Vallecas sólo idolatra a la gente que reencarna los valores del rayismo por encima de millones, de premios internacionales, etc. Willy desprendía humildad, coraje y nobleza, luchó dentro del campo y fuera de él por su familia. Él era uno de los nuestros.
Todos los rayistas sentimos un profundo dolor en tu marcha, ahora disfrutarás de un palco de honor de los partidos de tu “Rayito” mientras Vallecas seguirá gritando: “Willy, Willy” y tu fondo, tu portería, siempre llevará tu nombre y tu fuerza por la vida.
Cristina Domínguez (@Khris_Dominguez)