Hoy os traemos la historia del Juvenil A del Rayo Vallecano en esta temporada 2016/2017 allá por el Grupo V de la División de Honor. Un año con muchas altibajos, idas y venidas de jugadores y entrenadores, buenos resultados y otros que no tanto; pero con un equipo que por momentos desplegó un fútbol de 10.
Un inicio prometedor con Michel al frente
La temporada comenzaba con las miradas puestas en el banquillo: Michel I de Vallecas, uno de los ídolos de la afición franjirroja, se ponía a los mandos de un equipo por primera vez en su carrera, y el inicio no podía ser mejor. Tras una primera derrota frente al Atlético de Madrid por un ajustado 1-2, se encadenaron siete partidos sin perder. Equipos como el Getafe, el Rayo Majadahonda o el Trival Valderas, fueron sucumbiendo uno tras otro frente a los vallecanos. Y lo mejor era que el juego era por momentos muy bueno. Fútbol de toque, como aquel que mamó el propio Michel de su etapa como miembro del equipo técnico de Paco Jémez. Hecho que se antojó vital a la hora de que el ya exdirector deportivo Felipe Miñambres le nombrara como primer entrenador del Juvenil A, ya que la intención era implantar esa idea de juego desde la base de la pirámide rayista.
La buena racha de los franjirrojos se rompió con la visita del Real Madrid a la ciudad deportiva del Rayo Vallecano, con una derrota por 2-4. Pero el equipo no se vino abajo y siguió peleando consiguiendo grandes resultados. Quizá lo que le haya faltado al conjunto de Michel es un poco de consistencia frente a rivales a los que tendría que haber ganado con más autoridad, y eso le hizo descolgarse de las primeras posiciones y le alejó del objetivo de clasificarse para la Copa del Rey (a la que da acceso los dos primeros puestos además de los dos mejores terceros).
En cuanto al esquema del equipo, un 4-2-3-1 que en ocasiones se transformaba en un 4-3-3 con Machuca y Alí por las bandas y Sergio Benito como delantero centro. Sin embargo, en el medio del campo, las piezas no eran fijas, y los minutos se repartían entre Jean Jules, Kike, Jorge, Dani, Filipe, Vallinot y Yuya entre otros. En defensa, los laterales eran propiedad de Mario y Manrique (y así fue durante toda la temporada) y como centrales, Michel llegó a utilizar a lo largo del año todas las combinaciones posibles, hasta que retrasó a Dani como central y se afianzó la pareja Dani-José Ricardo, aunque otros centrales como Santamarina también han contado con muchos minutos.
Jean Jules, un caso aparte
Hay que hacer especial mención a Jean Jules, el todo terreno camerunés, que ha estado mezclando actuaciones en el Juvenil A y en el Rayo B. Su calidad y su buen hacer en todas las facetas del juego (roba, corre, distribuye y tiene buen disparo) hicieron que, a mitad de temporada, comenzara a ser un fijo en las alineaciones de Juanvi Peinado en el segundo equipo rayista.
En cuanto tenía ocasión, Michel le alineaba, como ha ocurrido durante toda la temporada con el también juvenil Lucho, que ha defendido la portería del Rayo B e incluso ha ido convocado con el primer equipo tras la lesión de Toño y hasta la llegada de Mejías.
Esto pudo verse por ejemplo en la visita de los franjirrojos a Valdebebas para enfrentarse con el posterior campeón de la categoría, el Real Madrid, donde frente a la dificultad del partido, Michel optó por pedir a Juanvi la presencia de ambos jugadores para tratar de afrontar el choque con mayores garantías. El resultado no se hizo esperar, ya que ambos fueron dos de los más destacados del encuentro, y Jean Jules anotó el único gol de los rayitas en el 1-1 final. Durante el resto de la temporada, el meta más utilizado ha sido Luis Carlos.
Otro de los nombres propios de la temporada ha sido sin duda Sergio Benito, con 19 goles a sus espaldas. Hay que decir que ha tenido malas rachas donde ha encadenado dos o tres partidos sin marcar, pero el delantero rayista se ha consolidado como una de las piezas clave de este equipo. Todavía le queda un año más como juvenil, así que si sigue su progresión tal y como la lleva hasta ahora, tenemos delantero para rato.
También hay que mencionar los fichajes en mercado de invierno. Kang llegó para reforzar el medio campo, y Arango y Bolaños para mejorar la media punta y la delantera respectivamente. Los tres han contado con muchos minutos, siendo en muchas ocasiones titulares. El caso de los dos colombianos es especialmente esperanzador, ya que su fichaje se hizo con vistas a que jugasen a corto-medio plazo en el Rayo B, y su papel en el Juvenil A ha sido óptimo. Veremos a ver cómo evolucionan y si su rendimiento es lo suficientemente bueno como para ilusionar a la afición.
Poco cambió con Dongil
El 1-1 en Valdebebas fue el último partido como técnico de Michel, ya que en esa misma semana se destituyó a Rubén Baraja como entrenador del Primer Equipo. El resto de la historia ya la conocemos todos: El madrileño tomó el mando de una nave rayista a punto de naufragar, y poco a poco la fue sacando del agujero. Su sustituto fue Ángel Dongil, técnico del Juvenil B hasta ese momento. Si bien Michel no abandonó a sus pupilos, ya que era habitual verle por los partidos de su hasta ahora equipo domingo tras domingo.
La mano del nuevo entrenador no tardó en hacerse notar. El esquema pasó a ser un 4-4-2 y algunos jugadores desaparecieron de las alineaciones. Mención especial hay que hacer a Alí, que había sido un fijo de Michel (de hecho ha acabado la temporada como segundo máximo goleador del equipo con 9 tantos) y que con Ángel Dongil apenas tuvo minutos.
Finalmente, el conjunto franjirrojo terminó en cuarta posición, a muy pocos puntos del Getafe y habiendo hecho una buena temporada. El Rayo nos tenía muy bien acostumbrado en División de Honor y lo normal es lo logrado esta temporada: luchar por la tercera plaza. La cantera de Vallecas cuenta con buenos jugadores y, a día de hoy, su salud no es mala. Esperemos que en los años venideros la directiva siga apoyando a estos chicos que son los que de verdad levantan año a año la franja y que conforman el corazón del rayismo.